El reglamento apunta a agilizar los trámites, establecer plazos reales para la obtención de certificados y la vinculación digital de los procedimientos. “No se busca relajar estándares ambientales”, afirmó Ricardo Labó, viceministro de Minas, al presentar el nuevo reglamento ambiental para la exploración minera durante el X Congreso Internacional de Prospectores y Exploradores (proEXPLO2017).
El viceministro reiteró que el nuevo reglamento permitirá avanzar en los principales objetivos del ministerio: captar al 2021 el 8% global de exploraciones —hoy se capta el 6%— e incrementar en 30% la producción de cobre hasta las 3,000 millones de toneladas métricas finas al año. “El nuevo foco se basa en dos puntos: acelerar sin relajar e invertir en geólogos, no tramitólogos”, englobó al final de la conferencia Víctor Gobitz, CEO de Buenaventura y presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP)
Trámites más ágiles
El foco del nuevo reglamento es definir plazos para la obtención de permisos ambientales y acelerar los trámites que deben realizar las compañías mineras.
Se propone digitalizar el proceso de obtención de certificados. Todas las autoridades vinculadas al proceso —incluyendo a las entidades públicas que deben opinar sobre la solicitud, como la Autoridad Nacional del Agua— estarán conectadas al Sistema de Evaluación Ambiental en Línea (una plataforma online del Minem). “En un futuro cercano todo el sistema de evaluación y aprobación será en línea, tanto la presentación de solicitudes como la interconexión de las distintas instituciones”, señaló Labó. Antes del cambio del reglamento, todo trámite debía realizarse en físico, en el mismo local del Minem.
El objetivo de la digitalización es acelerar los plazos para aprobar los permisos. En ese sentido, el reglamento define nuevos plazos para la evaluación y obtención de los estudios de impacto ambiental semidetallados (EIA-sd) y las declaraciones de impacto ambiental (DIA): mientras que para los EIA-sd el plazo de evaluación será de 90 días como máximo, el plazo para los DIA será de 60 días. Además, las entidades evaluadoras del Estado podrán realizar una sola ronda de observaciones y una ronda de solicitud de información complementaria para los certificados ambientales; anteriormente, si bien la cantidad de rondas estaba regulada, en la práctica eran indeterminables.
En tanto, la vigencia de las certificaciones ambientales sería mayor. Antes sólo se daban certificaciones ambientales por 12 meses, ampliables por tres meses adicionales; ahora, el plazo inicial se extendería a tres años, que puede ser ampliado por dos años más. Esto permitirá que aquellas mineras que detengan sus operaciones por motivos sociales, de precios bajos o por complicaciones relacionadas a la misma operación no requieran de nuevas certificaciones ante paras muy largas.
También se propone modificar las categorías de exploración: en adelante, todo plan de exploración con un máximo de 40 plataformas —zonas específicas donde se realiza la perforación del suelo en busca de mineral— será considerada como una exploración de categoría I y sólo requerirá de un DIA, un permiso ambiental más simple y ágil de conseguir. Los planes de exploración con más de 40 plataformas (ahora de categoría II) requerirán EIA-sd. Con el anterior reglamento, el máximo de plataformas para un DIA era de 20 plataformas.
La autorización de inicio de actividades también muestra cambios importantes: ahora se podrá solicitar dicha autorización paralelamente al permiso ambiental, gracias a un procedimiento coordinado entre la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros (DGAAM) y la Dirección General de Minería (DGM) del Minem.
Proyectos menores
El nuevo reglamento agilizaría el desarrollo de proyectos de exploración menores, considerados “de bajo riesgo ambiental”: éstos no requerirán de autorización de inicio de actividades. Sólo será necesaria una comunicación por parte de la empresa.
El nuevo reglamento propone ampliar su ámbito de aplicación al sumar a la pequeña minería y a la minería artesanal.
